lunes, 8 de diciembre de 2008

Fucking Fiestas

Se acercan las fiestas y con ellas los problemas.

Todo es tema de discusión: con quién la pasás, qué comida te corresponde llevar, qué regalos tenés que hacer, ver caras que no te interesa y no viste durante el año, pero las fiestas reparan viejos rencores. Por suerte no me pasa esto último, todo lo contrario, tengo ofertas más que interesante para pasar estas veladas con amigos/hermanos o familia y es ahí donde también me encabrono conmigo, porque todas las propuestas son interesantes, pero no quiero quedar mal con nadie: ni los que dan por hecho que festejo con ellos, o a los que año tras año les digo que el próximo la paso con ellos. Pero en mi inconciente me vuelvo a convencer que el siguiente año ya estaré de novia, pasándola de maravillas junto con esa familia que también me adoptará como hija y una lista interminable de pavadas que no pasa (y a medida que los años transcurren, afirmo que tampoco pasará). Yo solo quiero estar en mi casita con Dinata, pero ¿quién se va a encerrar una fiesta en un departamento de 2 ambientes con una loca y su gata? y si barajo la posibilidad de quedarme sola con mi mascota, me vendrían a sacar a patadas en el culo, porque no permitirían quedarme sola.


Me molesta sobremanera entrar a los supermercados y ya son una especie de Alparamis tercermundista, con los objetos navideños que le quedaron en stock de otros años y los de la nueva temporada, todo suma y es como mucho, demasiado para mi gusto.
No sé dónde está mi arbolito y tampoco tengo ganas de buscarlo y armarlo. ¿Está mal? Mi espíritu navideño lo perdí hace años (si es que alguna vez lo tuve).

Siento que se pierde la verdadera esencia de las fiestas en si, la gente solo se junta para morfar.
Odio la caja pan con todo mi ser: me encanta todas las porquerías que tiene dentro y nunca llega entera a Nochebuena. Y ahí está el kilo que recuperé y tanto me costó bajar... además de las sinfín de "despedidas del año" (que también te juntás sólo a comer y tomar). Y todo esto pasa un mes antes del 31 de diciembre, por lo tanto, el primero de enero te encuentra (nuevamente) con un pedo atroz, el turrón saliendote por las orejas y con una pataleta al hígado que preferís morirte, porque sin dudas uno come como si fuera el último día de vida y no el primero de un nuevo año.

Igual, acepto que integro el grupo de: cerraruncicloyquemaretapasantesdequetermineelaño y también me desespero, porque no llego con nada.

Estas son las maravillosas fiestas (y de fondo, suena un perturbador villancico una y otra vez)

(Tengo miedo que Su caiga por esa interminable escalera y nos quedemos sin diva nacional)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy elocuente... si hasta me parece escuchar a Luis Aguilé cantando "por eso y muchas cosas mas, ven a mi casa ésta Navidad...", jaja.
Pero hablando en serio, me sorprende que como sociedad no nos rebelemos contra ésta situación de merda. Hasta donde se, por un motivo u otro, es muy poca la gente que disfruta con las fiestas sin embargo nos bombardean con metrallas de Papás Noel, bolas y guirnaldas cada vez más temprano. Resultado: nos vemos venir las fiestas, puteamos al aire, nos predisponemos mal y nos arruinamos uno de los meses mas lindos del año... en fin , jamás lo entenderé... qué le vamos a hacer?!...
que pases unas lindas y felices fiestas (va en serio)

Ale

Fran dijo...

Venia pensando en el sacrificio que haras en estas fiestas, pero bueno, las fiestas SON asi... Cuestion que venia tambien mirando la imagen con Susana y no cai en el peligro al que se expone hasta que te lei.


Tengo miedo.