martes, 21 de octubre de 2008

¿Virtual?

En estos tiempos retrógrados (?), que todo se confunde y por el simple hecho de encontrar una mujer que llama las cosas por su nombre, trogloditas ya te toman por puta. ¡A no confundir esto!. Supera mis fronteras del conocimiento, entender que a muchos, por mantener una simple conversación por msn, en la que se habla de forma adulta de sexo, se concluya la misma con un: "otro día seguimos con este sexo virtual ". ¿Perdón? ¿Me perdí de algo?, ¿Me llegó la mitad de la conversación? ¿Estábamos teniendo sexo? Avisá, porque no sentí nada.


No quiero ser la playstation sexual de nadie. Ojito, ojete.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Fragancia indeseable...si las hay



Le pido a las autoridades del país que prohíban el uso y la comercialización del Pino Colbert. Me sigue produciendo las mismas ganas de devolver cada vez que lo huelo desde los tres años por circunstancias ajenas a mis ganas.

lunes, 6 de octubre de 2008

Batidora

¿Alguien puede ser tan amable de cagar a patadas en el culo a los imberbes que viejan en colectivo, haciendose ver con su celular último modelo en altavoz y escuchando cualquier género musical?
Sabemos perfectamente que el 0km de los pobres es tener telefonía celular con un equipo de última generación, esto es un concepto social discutible, pero lo que no es discutible es la falta de respeto hacia el resto de los pasajeros, que luego de la segunda canción saturada, como emitiendose dentro de una batidora, la ira entra a apoderarse de los viajantes.

Cualquier música en altavoz me molesta, aunque me guste el género elegido, ya que me empiezan a incomodar las caras de la gente si me complicidad al tararear el tema se apodera de mí (como para atenuar el malestar).
Por eso pido que eduquemos al ciudadano, que el respeto vuelva a las calles (?) y los auriculares a los oidos de estas personas.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Desteñido



Hay momentos que por nuevas conquistas, deslumbramientos repentinos efímeros o simplemente por ser mujeres nos pasa de creer y soñar que el príncipe azul indicado llegó a nuestras vidas. A no desesperar, autorizo por unos días (máximo un fin de semana entero) creer que es real todo lo que se presume asomarse junto al muchacho en cuestión: que es el hombre más caballero que hayas conocido (o el único) en el mundo, que te invita a cenar y no te deja ni asomar la billetera (y vos que siempre tuviste que pagarle hasta el remis para que vuelva a su casa a un par de infelices que conociste), te propone compartir la vida juntos por el simple hecho que te ama (y realmente notás que sus ojos reafirman sus palabras), proyectás a futuro y visualizás la casa, el perro, los niños correteando y ustedes enamorados como el primer día.
Bajá a la Tierra por favor, te lo ruego por tu salud mental y física, dejá que la vida te sorprenda y mejor aún si no esperás nada a cambio, por lo menos la sorpresa es doble, quien te dice que tal vez ese príncipe para vos si existe (no lo destiñas por anticipado)