Ayer a las 23 hs me suena el teléfono de casa.
M: Hola, F...? Vos trabajás en M...?
Yo: Perdón? quién habla?
M: Yo vivo en la calle Ushuaia, a la vuelta de tu casa, tu cocina dá al fondo de mi casa y escuché que trabajás en M porque un día hablabas por teléfono con alguien.
Yo: Y cómo tenés mi teléfono?
M: Es que mi hija es amiga de la hija de Karina, vos le compraste el departamento a ella.
Yo: Y entonces?
M: Me llegan de M mensajes que me comen el crédito y te ruego que me lo soluciones.
Yo: Mirá, ni sé tu nombre, además yo estoy en la Gerencia de Empresas de M y nada que ver con estos temas.
M: Te pido por favor que me ayudes!
Yo: Mirá, estoy ocupada, con gente, por favor llamame mañana al trabajo al 53... y veo si te puedo ayudar
M: Ok, mil gracias.
Yo: Bueno, al menos dame tu nombre así sé quién me va a llamar.
Miguel: Soy Miguel, disculpame.
Yo: Chau.
Corté, me quedé con la sensación que hablo demasiado fuerte.
Ahhh, hoy me llamó al trabajo (lo traté mejor y me dí cuenta que los nenes que siempre me saludan son sus hijos) y soy tan buena que derivé el caso (que bueno que es tener contactos en otras áreas)
Todo bien con mi gente, darles una mano, pero no es demasiado el atrevimiento de este buen hombre?
Yo, al servicio de la comunidad.
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4 comentarios:
Vos estas enloquecida.
Estas cosas te pasan a vos...Como la zanahoria story.
Es un indicio de que tenes q hablar mas bajo. Por lo menos cuando le cuentes a alguien donde guardas la plata, recorda que tu vecino esta atento.
Ah, no salio, pero soy Nanuk
La verdad que el tipo te quiso levantar! yo no llamaria a nadie a las 11 de la noche para decirle que M me manda mensajes... ya se lo que pasó: el flaco te escuchó hablar de tus encuentros fatales y se tiró el lance!!!!! jajaja Un beso grande!!! Tu amigo L
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